Las cárceles de Venezuela Según la Ministra
de Servicio Penitenciario Iris Valera en la Actualidad.
Es importante resaltar que
la ministra para Asuntos Penitenciarios de Venezuela, Iris Varela, informó el
27 de diciembre de 2016 que en los últimos cinco años y medio, 96 cárceles del
país han sido pacificadas, inauguradas e intervenidas, y aseguró que el sistema
penitenciario venezolano “es el mejor del mundo”. La ministra de servicio
penitenciario Varela indicó que ha trazado para 2017 tres líneas de acción:
Romper con el bloqueo informativo de los logros en materia penitenciaria;
producción a gran escala para trascender y contribuir con la economía
productiva con 56.000 privados de libertad y cero tolerancia a la
reincidencia.
Además informo que el 19 de agosto de 2012, los internos del penal Yare
(estado Miranda) iniciaron un motín. El conflicto, que se prolongó por dos
días, dejó 25 muertos y 29 heridos. La dirección de Seguridad y Custodia del
Ministerio penitenciario, puso fin el conflicto que hubo. La actuación de las
autoridades venezolanas contribuyó a la normalización de la situación dentro de
los recintos carcelarios para cambiar las condiciones de hacinamiento,
inseguridad, tráfico de drogas y delitos cometidos dentro estos espacios.
Además en es importante señalar La década de los 90 fue la
etapa más violenta en la historia de las prisiones en Venezuela. Para
1998 hubo 492 muertes violentas y 2.014 heridos, en 1999 se produjeron 479
muertes violentas y 1.931 heridos. Las cifras reflejan un sistema caótico y
alejado de los objetivos que a lo largo del devenir histórico penitenciario se han
planteado .El 1 de julio de 1999 entra en vigencia el nuevo Código
Orgánico Procesal Penal, en el que se plantea la presunción de inocencia y el
estado de libertad como premisas fundamentales del sistema.
Asimismo,
empezó el deshacinamiento, que se evidenció con la disminución de los
índices de violencia en las cárceles venezolanas. Sin embargo, el problema
regresó. Por lo tanto en el Cierre de cárceles A pesar de las políticas
en beneficio de los privados de libertad como deshacinamiento de las
cárceles, aceleración de los juicios y procesos judiciales, en julio de 2012,
hubo un motín dentro de los penales Rodeo I y II en el estado Miranda (norte
de Venezuela) que dejó un saldo de 23 muertos y 70 heridos. La situación
culminó tras la instalación de una mesa de diálogo por parte del entonces
ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, con los
presos. El motín del Rodeo llevó al traslado de la población penal y al cierre
de la instalación carcelaria. El 20 de abril de 2012 se presentó un motín en la
cárcel de La Planta, en la ciudad de Caracas, que dejó dos muertos y 12
heridos. Los hechos de violencia se suscitaron debido el hacinamiento de
la población dentro del recinto. La Planta tenía capacidad para 350 reclusos y había
más de 2.480. El centro fue clausurado luego del conflicto y abrió el
debate sobre la ubicación de cárceles en zonas residenciales.
Las cárceles de Venezuela, durante décadas ciudades intramuros de violencia, armas, drogas y delito, son objeto de la transformación del "nuevo sistema penitenciario", un régimen diseñado por el gobierno socialista para la construcción "del hombre nuevo".
Las cárceles de Venezuela, durante décadas ciudades intramuros de violencia, armas, drogas y delito, son objeto de la transformación del "nuevo sistema penitenciario", un régimen diseñado por el gobierno socialista para la construcción "del hombre nuevo".
El
desalojo de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV), uno de los más
peligrosos reductos del infausto sistema, a finales de octubre de 2016, es uno
de los más recientes golpes del Ministerio de Servicios Penitenciarios para la
reestructuración del sistema. La prisión de máxima seguridad, que albergaba a
una población de 5.000 internos, parecía desde fuera un retén como cualquier
otro, con custodios en las garitas vigilando la alambrada, pero en el interior,
al igual que en la mayoría de las prisiones venezolanas, el control era
ejercido por los reclusos, incluso desde la entrada.
Restaurantes,
panadería, servicio de manicura, tiendas para mascotas, drogas, motocicletas,
discoteca, gimnasio, parque infantil, y un arsenal de armas a disposición, todo
introducido por la puerta abierta de la corrupción entre los funcionarios y los
reclusos. Adentro las normas eran dictadas por el "pran", un
condenado que lidera a los demás internos, controla los alimentos, la venta de
droga, las armas, el alquiler de las celdas, y el recaudo de la
"causa", una especie de "impuesto a la vida" que deben
pagar los reclusos.
Los
"pranatos" se convirtieron en una forma de "gobierno" que
se emuló en buena parte de los 96 centros penitenciarios del país, un sistema
que parece estar llegando a su fin.
Una
escalada de violencia, la más larga y masiva del sistema penitenciario de la
nación petrolera, en la cárcel de El Rodeo II, cercana a Caracas, dio pie para
que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) creará el Ministerio de Servicio
Penitenciario, una cartera que desde entonces ha buscado la refundación de los
penales del país .Ese episodio puso las cárceles en la cabeza de la
lista de urgencias del gobierno de Chávez, que llegó a comparar la situación
con un "cáncer" y admitió las "mafias incrustadas" entre
algunos miembros del Ministerio del Interior y de Guardia Nacional Bolivariana
(GNB, policía militarizada).
Desde
entonces, Iris Varela, una chavista polémica por su encendido discurso, ha
promovido la implantación de un riguroso "nuevo régimen" que se ha
puesto en marcha hasta hoy en 83 cárceles nacionales y que ha
provocado el cierre de otras seis. Mientras
custodios derriban las paredes de la PGV en busca de las armas ocultas que
dejaron los presos antes del desalojo, en el que los reclusos solo pudieron
llevar consigo sus calzoncillos, a unos kilómetros está la "26 de
julio", uno de los 83 nuevos centros penitenciarios que operan bajo
"el nuevo régimen". Una rigurosa disciplina militarizada conduce los
movimientos de los internos que hasta hace poco habitaban las amuralladas
capitales del delito, entre juergas, drogas y fusiles automáticos.
Ahora
permanecen uniformados y alineados en una formación marcial.
El nuevo régimen bajo el que están dos
tercios de la población de los penales de jurisdicción del gobierno venezolano
impone el toque de diana a las 5.30 horas locales y una lista de actividades
que copan todo el día hasta el toque de silencio a las 21.00 horas.Las nuevas
prisiones tienen inhibidores de señal, escáneres en las entradas que bloquean
el ingreso de armas, drogas, equipos electrónicos y teléfonos celulares, además
de un estricto régimen de visita.
Media docena de presos vestidos de
amarillo y guardados en su celda a la espera del toque de silencio recuerdan
con terror el antiguo régimen y uno de ellos afirma: "Ahora nos sentimos
seguros, al menos comemos tres veces al día, estudiamos, y hacemos cosas que no
pensábamos en hacer en la calle".En el patio, luego de disolverse la formación,
otro recluso asegura que ya no tiene miedo de los "pranes", ahora
"son como uno más", dice.
Al
otro lado del país, en el centro penitenciario del estado Mérida, el primero en
ser pacificado, los reos siembran hortalizas en los patios, tallan madera, y
pintan murales con el rostro de Chávez convencidos de la posibilidad del
"hombre nuevo". Todavía siete centros penitenciarios de los 93 que
existían en el país están bajo el antiguo régimen controlados por los
"pranes" aunque, según Varela, se encuentran ya en "transición".
En uno de ellos, el de Puente Ayala
del estado Anzoategui, en el oriente de Venezuela, un "lucero", como
se conoce en el vocabulario de los prisioneros a los escolta de los pranes, se
inquieta por la posibilidad de la llegada del nuevo régimen, y presiente que
pronto será también su turno de entregar el "gobierno".
Uno de los líderes de la cárcel Vista Hermosa,
llamado "El Peluche", develó cómo es el sistema de acceso a pistolas,
granadas, fusiles y municiones a los centros de reclusión. Después de la muerte
de Teófilo Rodríguez, alias "El Conejo" y pran del penal de San
Antonio, la gestión del Ministerio de Asuntos Penitenciarios en la seguridad de
los recintos fue cuestionada por distintos sectores de la sociedad. El video
de los presos de San Antonio, que los muestra ?rindiendo honores? a
Rodríguez con armas de fuego dentro de la cárcel, recordó la problemática en
las prisiones venezolanas. Desde drganizaciones de derechos humanos hasta
dirigente políticos, le exigieron rendición de cuentas y la dimisión a la
responsable del área, Iris Varela. Al igual que en San Antonio, en la cárcel
de Vista Hermosa también hay un acceso continuo de armas de fuego y
drogas. "El Peluche", recluso de este recinto, explicó en entrevista
al diario La Vanguardia, cómo el tráfico de armamento llega al penal.El hombre
de 32 años, condenado a 30 años de prisión, aseguró que los efectivos militares
que los resguardan son los que dejan entrar las armas. ?No es que los
verdes (militares y custodios) se ensucien las manos, sino que una vez que les
das sus tablas (dinero) hacen la vista ciega?, agregó el delincuente.?El
Peluche? destacó que después que las lijas ?armas- están dentro de la cárcel
son distribuidas por los pranes y sus hombres de confianza por ciertos favores
o el alquiler de las mismas."Los presos tienen mejores armas que los
custodios y militares. No se dan fugas masivas, porque simplemente a los presos
no les conviene?, manifestó.Los encargados del tráfico son los que estipulan el
precio, pero el presidió calculó que las granadas pueden costar 40 euros,
mientras que una caja de municiones 75 euros.
Sin embargo El abogado y criminólogo Luis Izquiel aseguró que las
cárceles en Venezuela se han convertido en microestados liderados por los
pranes. Así respondió Izquiel al ser consultado por el equipo de Prensa Unidad
Venezuela sobre la existencia de una agencia bancaria en el penal de Tocuyito.
“Es un elemento más que habla sobre la situación caótica de nuestras cárceles,
el desbarajuste que hay en nuestras cárceles. Es un episodio más que se suma al
tema de las discotecas, de las piscinas, de los tiroteos con armas largas desde
los techos de las prisiones, de pranes que van a la playa. Es otro episodio que
demuestra que el Estado perdió el control de lo que sucede en las cárceles”,
dijo.
Destacó
que además eso está prohibido por la ley, porque el artículo 18 del Código
Orgánico Penitenciario establece que no puede circular dinero en las cárceles. Se han multiplicado los problemas
Izquiel aseguró al equipo de Prensa Unidad Venezuela que desde que se creó el
Ministerio de Servicio Penitenciario en 2011 todos los problemas carcelarios se
han multiplicado. “El hacinamiento carcelario creció de manera enorme y se
trasladó a las comisarías de policías. Iris Varela no solo tiene un caos en las
cárceles, sino que también creó un caos dentro de las comisarías de policías,
que es como un sistema penal paralelo que hay aquí en Venezuela con casi la
misma población”, enfatizó.
Agregó que desde la fundación de ese despacho los asesinatos en las
cárceles se multiplicaron así como las violaciones de los derechos humanos.Al
preguntarle sobre la permanencia de Varela al frente del ministerio desde su
fundación hasta la fecha, Izquiel consideró que eso significa que quienes han
gobernado al país, es decir, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, han estado de
acuerdo con la política carcelaria desastrosa que se ha llevado a cabo.
“Están
de acuerdo con la situación de violación de derechos humanos que hay en las
cárceles, están de acuerdo con que el Estado no controle las cárceles y con que
se le cobre dinero a los presos por vivir allí, con que existan drogas y armas.
Eso pareciera, porque convalidando a esta ministra desde el año 2011 se está convalidando
todo el desastre carcelario”, manifestó. En
la nada Sobre la reforma carcelaria que se ha ofrecido en
varias oportunidades al país, dijo que todas han quedado en el papel, en la
nada.
Recordó que cuando Tareck El Aissami fue ministro de Interior y Justicia
también ofreció la construcción de más de 20 cárceles, pero eso no se cumplió.
Luego, cuando Varela asumió la conducción del ministerio, ofreció la
construcción de decenas de cárceles.
“Entiendo
que el dinero para eso fue aprobado y resulta que a lo que se dedicó fue a
cerrar cárceles, prácticamente no abrió ninguna. Las infraestructuras modernas
que se ofrecieron no están en el país y la Contraloría General no investiga qué
pasó con ese dinero”, expresó. Insistió en que Varela lo que ha hecho es crear
caos, porque ha cerrado cárceles y no ha abierto ninguna. “Cuando cierras una
cárcel y no construyes una alternativa lo que haces es agravar el problema de
las otras, y eso es lo que ha venido ocurriendo. Por eso es que ella le
trasladó el problema a las gobernaciones, alcaldías y policías, puesto que al
no tener cupo en los penales, le traslada el problema a las comisarías que no
están destinadas para eso, pero han tenido que ser utilizadas como un sistema
penal paralelo”, concluyó.
Andrea Johana Peña Santana CI 23244296
P.N.F servicio penitenciario.
Referencia Electrónicas
ww.maduradas.com/tag/carceles-en-venezuela/
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