Historia De
Las Cárceles Y La Evolución Que Se Ha Generado En Venezuela en últimos años.
La información que se tiene de la primera cárcel del país
proviene de un acta de cabildo del 24 de marzo de 1573, lo más probable es que
esta haya sido una rudimentaria prisión pero no hay más noticias al respecto.
Posteriormente, se conoce del acondicionamiento de una
habitación en el cabildo para cumplir la función de penitenciaría, siendo de
condiciones deplorables, y aunque fue restaurada, un terremoto en 1641, la
destruyó Durante la Etapa colonial en Venezuela
Existieron cárceles
eclesiásticas, para los detenidos por cuestiones religiosas e incesto Reales,
para blancos, mujeres detenidos por causas civiles las de corrección para
pardos, negros, hombres y mujeres libres y esclavos Cárceles para mujeres
blancas Alcaldías de barrios para delincuentes ocasionales las cárceles para
los indígenas Otros sitios de reclusión para las personas de elevada posición
social.
En líneas generales se puede decir que durante la colonia la
sanción era aflictiva y que la máxima pena era de diez años, por cuanto se
prefería la muerte, la tortura y la mutilación a recluir a las
personas. Durante la independencia, era imposible que esta situación
cambiase en algo En 1854 es terminada la Rotunda, en Caracas, la cual es un
hito importante en la historia del penitenciarismo nacional, pues se construyó
de acuerdo al estilo panóptico creado por Jeremías Betham, algo muy moderno
para un país minado de pobreza e inestabilidad política y lamentablemente, no
fue mas que un centro de tortura para los enemigos de Cipriano Castro y Juan
Vicente Gómez, durante sus gobiernos.
En materia legislativa, en 1915 se apruebe a la primera ley del
régimen penitenciario que se conoce en Venezuela, la segunda en 1916, la tercer
data del año 1926, la cuarta de 1937, la quinta 1961, siendo reformada en 1981
y, la ley orgánica del régimen Penitenciario, la cual data del 2000, la misma
fue actualmente esta vigente.
Otro hito importante en la historia del penitenciarismo
venezolano, es gracias a la obra de Tulio Chiossone Organización Penitenciaria
Venezolana, en 1936 en la que enfatiza la falta de un sistema penitenciario en
el país, además de que el sistema imperante no reconocía la condición de
ciudadano de los reclusos, Constituyendo éste trabajo la base del penitenciarismo
moderno.
Con el Doctor Chiossone empieza una política de modernización
del sistema penitenciario del país, que significaron un ingreso al siglo XX del
país.
Creó la penitenciaria General de Venezuela, en San Juan de los
Morros, inaugurada en 1947, Cárceles en Trujillo, la Colonia Móvil de Trabajo
del El Dorado, etc., que significó la modernización arquitectónica de las
centros de reclusión venezolanos, además comenzó a trabajar en la organización
de un instituto para crear personal penitenciario En 1959 se inicia una nueva
etapa histórica en la evolución de nuestro penitenciarismo. En el orden legal,
se aprueba una ley (1961), que refleja las condiciones mínimas de las Naciones
unidas para el tratamiento de los delincuentes, se construye el penal de
Tocuyito, la Pica, el Internado Judicial de Barinas, el Instituto Nacional de
Orientación Femenina y además se crea la escuela de Formación de Personal de
Servicios Penitenciarios Si bien había una loable intención, la realidad
avasallante que enfrentaba el país, no permitió que los objetivos planteados se
llevasen a cabo, en primer lugar el aumento de la criminalidad en forma
acelerada, luego el retardo procesal de los tribunales y por último el no
haberse aplicado nunca la ley del régimen Penitenciario, fueron los bloques que
edificaron el sistema penitenciario actual.
En el período de 1975-1979, entró en funciones la Comisión
Nacional de Reforma Penitenciaria, de la cual formaba parte el doctor Elio
Gómez Grillo, si bien hicieron grandes aportes teóricos al tema en cuestión,
sus propuestas no fueron puestas en práctica.
Durante el gobierno de Luis Herrera Camping (1979-1984), se
inauguró y construyó más recintos penitenciario que en los 20 años que lo
antecedieron, además en materia legislativa se aprobó la Ley de Sometimiento a
Juicio y Suspensiva Condicional de la Pena, sancionada el 1º de abril de 1980,
se creó la Ley del Registro de Antecedentes Penales.
En 1983 la población penal era de 25.124 reclusos, en el período
presidencial de Jaime Lusinchi, los problemas se agravaron, no sólo que durante
este mandato no se hizo nada, sino que se destruyó lo poco que se había hecho,
haciendo retroceder el penitenciarismo Venezolano.
En el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, (1989-1993), fue
nombrado Luis Beltrán Guerra, quien crea verdaderos planes para solventar los
grandes males de las cárceles venezolanas, cuenta con muy poco apoyo y fue
sorprendentemente destituido, cuando las políticas estaban en pleno auge.
El 3 de febrero de 1992, se inauguró el Instituto Universitario
Nacional de Estudios Penitenciario con la finalidad de formar Técnicos
Superiores Universitarios en Penitenciarismo, al que lamentablemente, no se le
ha dado el apoyo que merece.
La década de los 90 fue especialmente violenta, de hecho la más
violenta en la historia de las prisiones de la Nación, pues a los factores ya
explosivos se le agrego la tenencia de armas de fuego por parte de los
reclusos.
Solamente en 1998 hubo 492 muertes violentas y 2014 heridos, en
el 1999 479 muertes violentas y 1931 heridos, comparándose por ejemplo
con República dominicana, donde en 1999, teniendo una población penitenciaria
de 15.000 reclusos, Puerto rico con 80.000 presos, sólo tuvo 10 muertes
violentas, Las cifras venezolanas, resultan, más que alarmante, reflejan un
sistema caótico y alejado de los objetivos que a lo largo del devenir histórico
penitenciario se han planteado.
El 1ero de julio de 1999 inicia su vigencia el nuevo Código
Orgánico Procesal Penal, en donde se plantea la presunción de inocencia y el
estado de libertad son premisas fundamentales del sistema, aunado a la creación
de Jueces de Ejecución de la Pena con la finalidad de vigilar el cumplimiento
del régimen penitenciario. Con el COPP se empieza un des hacinamiento, que se
evidenció disminuyendo los índices de violencia en las cárceles venezolanas, en
menos de un año redujo la población penitenciaria a la mitad, sin embargo, esté
aire de vida que entró en los recintos carcelarios duró poco, pues enseguida
las cárceles volvieron a llenarse de presos y los mismos problemas de antes se
siguen enfrentando día a día.
Otro hito importante que debe destacarse en materia legislativa
fue la redacción del artículo 272 de la Constitución de la Republica
Bolivariana de Venezuela aprobada en el 15 de diciembre de 1.999 y donde se
fijan las bases del nuevo penitenciarismo venezolano.
En materia de privatización no ha habido antecedentes en el
país, solo opiniones expresada por distintos funcionarios públicos, tales como
la del entonces Fiscal General de la República, Iván Darío Badell, quien
manifestó en una oportunidad estar de acuerdo con la privatización carcelaria
para brindar beneficios económicos al estado y dar un oportunidad real al
penado de regenerarse e insertarse al sistema productivo mediante el trabajo
desempeñado durante el cumplimiento de la condena y llegando afirmar incluso
que privatizando las cárceles se solucionaría el problema carcelario en el país
y en 1996, Enrique Meier, quien para ese año desempeñaba funciones de Ministro
de Justicia, planteó que se iba a privatizar los servicios de alimentación de
los presos y que incluso en un corto plazo se haría un proceso de licitación,
no obstante solo existió la intención. Se puede encontrar también distintos
artículos de opinión que abordan el tema, en pocos palabras, el tema fue
discutido al menos someramente en el Gobierno del Dr. Caldera, no llegando a
Manifestarse fácticamente, los planes de privatización.
Desde estas perspectivas
han cambiado mucho las cárceles ya que existen Los “Pranes”:Así es como se hacen llamar, son los jefes
mafiosos que en efecto controlan las cárceles. Son ellos quienes están al
frente de los motines que se han generado en los últimos días. Los “Pranes” son
peligrosos delincuentes: asesinos y violadores que se encuentran bien
protegidos y apertrechados con poderosas armas de guerra adquiridas por la
corrupción de los funcionarios policiales y militares quienes, juntos, han
hecho de algunas cárceles del país verdaderos centros logísticos para la
distribución de drogas, el secuestro y el sicariato. ¡Buenos negocios para la
boliburguesía! Los llamados “pranes”, son precisamente las personas más
influenciadas y descompuestas por las vilezas, el robo y el crimen legalizado
promovido por el socialismo, quienes mejor expresan con sus acciones vandálicas
la esencia misma del sistema que los engendró y formó. Un “Pran” es el
semejante frustrado de un aspirante a boliburgués, su lumpen, o mejor dicho, el
boliburgués que no pudo ser bajo las leyes de un sistema que naturalmente lo
excluyó. Los ingresos o negocios :Otra
fuente de ingresos consiste en realizar llamadas telefónicas al azar a
ciudadanos libres a quienes amenazan con secuestrarlos a él o a sus familiares
si no se les paga una suma. Muchos han caído en este montaje. Ante el miedo que
producen las llamadas, terminan pagando. Cuando el ciudadano se niega a pagar,
normalmente porque no tiene los recursos que el preso exige, terminan
exigiéndole una cantidad de claves de tarjetas telefónicas para recargar sus
teléfonos móviles y poder seguir tratando de extorsionar a otros. Nadie se
explica cómo estos delincuentes poseen a placer celulares dentro de los penales
y pueden estar todo el día haciendo llamadas para chantajear a ciudadanos.
Algunos pranes están ligados o aún pertenecen a
bandas delictivas que están en libertad cometiendo delitos, ya sea de tráfico
de drogas, de secuestros, de robo y hurto de vehículos o de traficantes de
armas ilegales. Con la absoluta libertad de acción interna que poseen y la
confianza de poder comunicarse a cualquier hora con sus “socios” externos por
medio de sus celulares, desde las cárceles dirigen bandas de delincuentes. De
esos hechos también reciben su cuota parte.
En el lenguaje carcelario, “causa” es la cuota
semanal que deben cancelar todos los reclusos a los pranes. En los Rodeos I y
II, que albergan a 4.580 privados de libertad, la “causa” estaba en BsF 50
semanal. Además, cobran otros servicios especiales como por ejemplo el traslado
a tribunales que varía entre BsF 200, 300 y 500 mil, según han revelado
familiares de los reos.
“Esa gran suma de dinero es la razón por la cual
esos pranes han resistido tanto; ellos saben que es un pecado dejar embarcado a
un proveedor de droga. Por esos están haciendo tiempo para ver cómo resuelven
ese problema”, señaló el informante.Tras
las mafias carcelarias:El Ministerio Público ha abierto tres líneas de
investigación en Rodeo I y II: la corrupción, el ingreso de drogas y tráfico de
armas. Como parte de esas pesquisas, el pasado sábado localizaron 1, 5 kilos de
cocaína y BsF 100 mil resguardados en una “caleta” de Rodeo II.
Precisamente sobre la situación carcelaria, la
fiscal general, Luisa Ortega Díaz, informó que el Ministerio Público inició un
plan contra la corrupción en los centros penitenciarios del país.
“Son demasiados intereses los que hay alrededor de
las cárceles; creemos desde el Ministerio Público que incluso el dinero que se
mueve alrededor de las cárceles, quizás tenga que ver con otros delitos como
legitimación de capitales”, resaltó la Fiscal al ser entrevistada por José Vicente
Rangel, en Televen, donde dijo estar dispuesta a enfrentar los “poderosos
intereses” que giran en torno a las cárceles del país. Son 34 los penales.
Yenmitson Hernández C.I 19.406.115
P.N.F servicio penitenciario.
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